Foto y Artículo de referencia: https://www.nytimes.com/2017/09/06/well/move/fitness-exercise-breast-cancer-risk.html?rref=collection%2Fsectioncollection%2FhealthNo existe semana o mes sin que me llame mi madre, mi hermana, algún familiar o amiga contándome “…” tiene cáncer.
Cierro los ojos, encojo el corazón y pienso “ufff “.
Sabemos que nadie está a salvo, nos puede pasar a todas y por eso no lo escuchamos como si fuera un accidente de coche, mala suerte, sino como si estuviera éste en el portal de nuestra casa a punto de coger el ascensor y llamar a nuestra puerta.
Yo tengo la suerte de compartir uno de mis sueños (estudiar medicina china) con una persona excepcional que pasó por este trance. Ya cumplidos los sesenta y con esta (y otras) batalla a sus espaldas tiene esa vitalidad y ganas de aprender y crear que les faltan a muchos con veinte años. Ese es su secreto.
No niego que le ha ayudado su fabulosa experiencia como psicóloga y formadora de grupos desde hace muchos años. Su medicina, me explica, es la misma de la que habla Bruce Lipton en “La biología de la Creencia”
Con ella he aprendido a superar mi cobardía ante esta “neoformación” y ante aquellas que la padecen.
Ahora les escucho admirada sabiendo que gracias a su ejemplo he perdido un poco el miedo al futuro.
– Pilar, me dice, cuando me daban las sesiones de quimio, yo visualizaba una pantalla de acero que aislaba mis pulmones y mi corazón para que no afectara la radiación a esas zonas y sé que gracias a eso no fueron dañadas.
El valor que desarrollan en una situación así demuestra la fuerza que tiene el ser humano.
Su experiencia y ejemplo me ha hecho preguntarme: ¿Si en ese estado somos capaces de responder con esa energía, porque no la sacamos fuera y la proyectamos antes de llegar ahí?
Prevenir.
Quiero colaborar con los médicos y con la sociedad a prevenir y tratar esta enfermedad que está tocando a una de cada tres familias en España.
Todas las mujeres estamos en el mismo carro con este cáncer.
El consuelo que nos queremos contar las que no lo padecemos, por el momento, es que “en mi familia no hay”. Lamentablemente o gracias a Dios, la genética no es tan determinante como creemos en el desarrollo de nuestras enfermedades, hábitos o virtudes. Dicen algunos científicos que sólo nos determina en un diez por ciento.
La epigenética.
Esta ciencia que ha surgido en los últimos años está investigando cómo el entorno en el que vivimos es responsable de que se manifiesten unos genes u otros. Esto es, simplificado, debe haber un mensajero que fotografíe ese ADN, lo copie y lo reproduzca (ARN). Se tiene que activar.
¿Qué es nuestro entorno?
Lo que comemos, lo que sentimos, con quien nos relacionamos, el estrés que acumulamos y lo que nos “movemos”.
Estudios hechos con gemelos, con idéntica información genética, han probado que tras vivir en entornos sociales y llevar vidas diferentes no desarrollan las mismas enfermedades.
La buena noticia.
De alguna manera podemos prevenir o mejorar nuestra salud. Podemos coger las riendas y poner nuestra aportación a este proceso sin dejar todo en las manos de los médicos. Para algunas (entre las que me incluyo), sobre todo aquellas que todavía no hemos pasado por este trauma, nos es más cómodo creer que no tenemos nada que hacer, que es cuestión de suerte, pero lamentablemente no es del todo así. Debemos tomar parte activa.
¿Cómo podemos colaborar?
Hay factores que no podemos controlar, o tratar de hacerlo añadiría demasiado estrés a nuestras vidas y éste ya es de por sí, uno de los desencadenantes de las neoformaciones (cáncer), no lo quiero.
Hablo de la contaminación ambiental y acústica, de los posibles tóxicos (pesticidas) que tienen las frutas y las verduras, el mercurio, plomo y arsénico que puede tener el pescado o las ondas cancerígenas que dicen emiten las antenas.
Puede que haya gente que se pueda permitir el lujo de apartarse de todo aquello a través de alimentación ecológica-biológica pero yo no puedo. El coste de esos productos y la vida tan azorada que llevo me lo impiden por el momento.
Me centro entonces en aquéllos que puedo adoptar sencillamente, y rezo porque esos otros, que antes cité, no sean tan determinantes.
¿Cuáles son los factores del cambio?
La alimentación, por ejemplo. “Que la comida sea tu medicina” – decía Hipócrates, ya hace 25 siglos.
¿Cómo es posible que cuidemos tanto a nuestro coche, que sólo nos va a durar unos diez años (el mío como mínimo) y sin embargo, nuestro cuerpo que debe acompañarme hasta el final de mis días lo maltratemos de esta manera? ¿Le pondríamos a nuestro coche aceite de colza? A nuestro cuerpo parece que sí.
¿Huelga de brazos caídos?
Nuestra máquina es fabulosa, por eso se auto-repara solita. Tiene unos obreros infatigables que van eliminando y arreglando todos los desperfectos con una precisión increíble. Al segundo y al milímetro.
El problema es que llega un momento en que se saturan, se hartan, la cantidad de basura acumulada es tal, que no dan abasto. Huelga de brazos caídos hasta nuevo aviso
Enfermamos por acumulación de desechos tóxicos. El filtro del coche (cómo el del aire acondicionado) se ha llenado de polvo y “piedras”. Nuestros filtros, – el pulmón, la piel, el hígado y el riñón, están atascados, tenemos una masa de residuos químicos campeando a sus anchas y haciendo de las suyas.
¿Cómo reactivo mi fábrica?
Hay que parar la huelga. Renegociación las condiciones, mejorar los salarios y el ambiente laboral.
La maquinaria hay que engrasarla y agitarla. La sangre debe circular con un buen caudal y fuerza suficiente para llevar adecuadamente todo el oxígeno y la información (los obreros necesitan un tren eficiente) a todos sus rincones. El caudal sanguíneo debe arrasar por donde pasa, limpiando, curando, sanando, nutriendo y oxigenando.
El movimiento. El running
(Fitness May Lower Breast Cancer Risk https://www.nytimes.com/…/fitness-exercise-breast-cancer-ri… )
Se está demostrando que el running altera la forma de funcionar las células por dentro de modo que el riesgo de padecer cáncer disminuye.
No voy a explicar el mecanismo de porqué esto ocurre, lo podéis ver en el link que incorporo, la conclusión es que la bioquímica que se desencadena con el movimiento envía mensajes a las células cancerosas para que dejen de multiplicarse. El cáncer es una neo formación, esto es células que no dejan de multiplicarse.
El entorno laboral de los obreros es óptimo y el salario el adecuado. Fin de la huelga.
Hemos nacido para el running.
Desde la prehistoria el hombre se movía y ahora ha decidido sentarse.
Nuestro cuerpo está programado para que funcione a base de movimiento. Todas nuestras células, músculos, arterias se mueven.
La física cuántica (impulsada por Einstein) postula que la materia está compuesta por partículas mucho más pequeñas que los átomos, los quarks, energía o pequeños huracanes.
Si nos paramos, estamos aplicando una fuerza en sentido contrario al que orienta nuestras células. Las estamos agarrando del cuello y diciéndoles, párate!!!. No gires.
No estamos programados para sentarnos en el sofá, todavía no. Estamos favoreciendo que se atasquen y se anquilosen las piezas de nuestra estructura y con ello surjan en señal de protesta, las neoformaciones y las enfermedades degenerativas.
¿Cómo se adapta el cuerpo humano a este cambio?
Puede que dentro de millones de años ocurra una mutación genética para adaptarnos a este nuevo estilo de vida “el sofing” pero cuando eso ocurra yo ya no estaré aquí.
En alguna medida puedo intentar ser responsable de lo que le sucede a mi cuerpo.
Yo si quiero tomar parte, junto los médicos y científicos, en su prevención o curación.
Una de cada ocho mujeres tendremos cáncer de mama en España.
Hay muchas carreras solidarias para obtener fondos dedicados a la investigación.
Yo propongo que corráis también por vosotras y para vosotras. Con esta acción ya estáis contribuyendo a disminuir la incidencia de este cáncer.
Vamos a bajar las estadísticas, no porque haya mejores tratamientos, sino porque hay una prevención mayor. El coste es menor y los resultados van más allá de la mera prevención aportarán una sonrisa a vuestro día a día y una idea nueva a vuestros proyectos.
Desde el WaldenRun animo a todas las mujeres a que os enganchéis a una forma diferente de correr.
No apuesto por el sufrimiento, eso añadiría ese estrés que hay que evitar.
Apuesto por disfrutar a través de la Meditación-Activa, apuesto por añadirle magia a través de las visualizaciones, apuesto por convertir mi movimiento no sólo en una forma de prevenir sino también en un medio para transformarme a mí y a mi entorno.
Reescribe las páginas de tu destino.
Próximo Taller de WaldenRun, sábado 30 de septiembre en Majadahonda.
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