Un día, ahora no recuerdo cuando, cambié mi forma de correr. Abandoné mi obsesión por el resultado y salí a correr con un nuevo target: SENTIR.
Busqué vaciar mi mente de expectativas y llenar mi piel de sensaciones.
Busqué sentir y sentí libertad.
Al no esperar, volé y olvidé que estaba forzando el movimiento.
Entonces sucedió, mi mente sin presión, se inspiró.
¿No hacía eso Einstein? Cuando se atascaba en su teoría de la relatividad, dejaba de pensar y salía a caminar para inspirarse.
Así que empecé a correr para experimentar: qué pasa si siento, qué pasa si dejo el cuerpo avanzar, qué pasa si no pienso, qué pasa si vuelo… qué pasa si hago mindful Running?
Pues surgió mi teoría de la Relatividad en el Running: RUNFULNESS un paso más allá que el Mindful Running
TRES REGLAS DE ORO:
1º.- Calma.
2º.- Movimiento
2º.- Lugar adecuado.
Al aceptar mis límites, dejé atrás el estrés y la ansiedad por mejorar y por quemar calorías.
Entonces ocurrió:
- Empecé a mejorar, mis ritmos aumentaron y mi nivel de esfuerzo percibido disminuyó.
b) Encontré la energía que transforma en oro el metal.
c) Descubrí a Doctor Who: Cada mañana al salir a correr le proyecto una inquietud
¿Hace falta sufrir para correr..?
La dejo reposar y troto centrada en respirar y observar. A los diez minutos la pantalla blanca de mi proyector se llena de respuestas en forma de imágenes.
“Ya no hace falta sufrir, todo ha cambiado”. Depende de dónde pongas el foco al correr.
Es necesario el Olvido del Si en el Running (Pablo D’Ors).
Si liberas tu Running de expectativas podrás proyectar toda tu energía en su desarrollo.
Contestaba un profesor oriental a su alumno al preguntarle éste “¿maestro cuantos años voy a tardar en terminar mis estudios?” -Cinco. ¿Y si estudio 8 horas diarias en lugar de cuatro? – Siete. ¿Y si estudio día y noche? – Diez. ¿Cómo es posible? Volvió a preguntar el alumno sorprendido. – Porque si focalizas todo tu esfuerzo en el resultado, no te quedarán energías ni tiempo para aprender