Hace ya muchos años, cuando mi vida parecía que se derrumbaba pieza a pieza, conocí el Running.
Regresaba a España tras una larga estancia en el extranjero, Washington y Beirut, tres niños pequeños y un divorcio a mis espaldas.
El futuro lo visualizaba como una empinada montaña que debía escalar sorteando piedras, ríos y tormentas.
Tenía 34 años, tres niños de 11, 7 y 5, una casa vacía, un padre viviendo en el extranjero y mi primer trabajo hasta las 8 de la noche.
¿Dónde encontraría la energía?
Cómo Dios aprieta pero no ahoga, apareció el Walden Running en mi vida.
El movimiento me inyectó la gasolina que necesitaba y el “Método Walden” me facilitó “encontrar la paz en el silencio” mientras trotaba.
Energía y paz fueron las herramientas que necesitaba.
Hoy, con mis 50 años, miro a mis tres hijos y pienso, “lo he logrado!!!”
Siento que mis responsabilidades han terminado, la montaña ya la he escalado y al mirar atrás descubro que no ha sido duro. En realidad he disfrutado cada minuto, cada segundo que he dedicado a mis niños, a sus deberes y a su educación aun habiendo tenido que renunciar muchas veces por ello a fiestas, viajes y cenas.
Ahora, libre de toda carga, quiero tiraros la cuerda desde esta cima que a mí me ayudó a llegar a ella:
Walden RunFulness.
Y para reforzar vuestra creencia comparto esta reflexión:
Leyendo en el New York Times “Meditación Plus Running as a Treatmente por Depresion” entendí por qué practicar esta forma de correr me dio fuerzas y alegría.
Explica el artículo cómo la meditación unida al running afecta positivamente al cerebro.
Se ha demostrado por varios científicos en Estados Unidos que las dos zonas fundamentales del cerebro: a) -el neo córtex (concentración, capacidad de “focus”) y b) el hipocampo (el aprendizaje y la memoria), se benefician de forma diferente por ambas actividades.
La Meditación estimula la creación de nuevas comunicaciones entre las células del neo cortex (sinapsis) y el Running promueve la creación de nuevas neuronas “neurogénesis”.
El deporte de por si es un must para la salud, pero en este caso, encontramos un beneficio extra.
El Running en el Método Walden modifica la forma de enfrentarse a los kilómetros. Deja las preocupaciones en casa y focaliza la mente en la respiración y los sentidos.
Tras varios minutos, el tiempo se detiene y misteriosamente empezamos a recorrer el camino, dejando atrás los árboles, los semáforos, la gente, sin apenas sentir el movimiento pero, la cuesta la hemos subido……….
La vida, para mí, ha sido como esta carrera.
Elige: – Puedes recorrerla con lastres atados a los tobillos; o – puedes probar a hacerla desnudo sin más ropa que tus sentidos.
Si nos olvidamos de nosotros mismos, de nuestra obsesión por arrastrar todos los problemas, entonces encontraremos la energía y la paz necesaria para caminar hacia nuestros objetivos.
Así ocurrió conmigo.
Pilar Amián
Fundadora del Método Walden para el Running
Walden Runfulness