
“Hoy he soñado con otra vida con otro mundo, a vuestro lado!”
Esta mañana una de nuestros Walden Runners Irene Perez Bendalla nos ha felicitado el año con esta preciosa canción de los Secretos.
La he escuchado una y mil veces porque refleja el espíritu de nuestro proyecto Walden y sus comienzos. Gracias Irene
“Ayúdame y te habré ayudado”. Plantar un árbol con nuestras cenizas, resucitar a través de nuestro running y construir otra vida, otro mundo lleno de ilusiones y esperanzas, caminando/trotando a vuestro lado.
En Walden soñamos con un mundo nuevo que surja de las cenizas de la crisis que hemos atravesado. Soñamos con eliminar del lenguaje de nuestros Walden Runners las frases que se han anclado en nuestro país y quizás también en Europa de “elijamos el menos malo”, “conformémonos con lo que tenemos”, “es lo que hay y suerte tenemos”, “no existe nada mejor”..
Creemos que cada uno de nuestros pasos transpiran fe y pasión. Fe en un futuro mejor, pasión por participar en su construcción; y esto se contagia.
La Madre Teresa de Calcuta consiguió cambiar una parcela muy grande haciendo “cosas pequeñas con gran amor”.
Pongámonos como meta este 2018 dar nuestros pequeños pasos llenos de amor y pasión. Quemad vuestros rencores, limpiad vuestra casa de telarañas y haced sitio desde ese vacío para que este nuevo año entre la llama de la pasión y la ilusión en vuestras vidas.
Repetir ese mantra al correr al son de la inspiración y la expiración.
Yo lo hice y nació el Método Walden; tras leer varias veces cada una de las felicitaciones de nuestros chicos estos días he comprobado cómo la llama se va extendiendo como la pólvora. Imposible apagarla ya.
Ayer preguntaba Raúl en los grupos, ¿Meditad porqué corréis? Las respuestas que nuestros chicos dieron fueron fascinantes, son ya Walden Runners: creen en otra vida, en otro mundo.
Yo corro porque creo que cada paso que doy subo un escalón hacia mis sueños, cada piedra que dejo atrás es un “no puedo” que se esfuma y cada cuesta que culmino es una vela que se enciende.
Corro porque quiero transformarme en alguien mejor, quiero aprender a ser humilde y entender la vida sin juzgar. Corro porque creo que los pequeños esfuerzos hacen la mente más fuerte y flexible. Corro porque la fatiga anestesia a la razón y libera el ser idealista y guerrillero que (todos) llevo dentro. Corro porque no quiero rendirme jamás y deseo seguir luchando hasta el último día de mi vida.
Corro porque se puede cambiar el mundo, ya lo hicieron muchos, dando pequeños pasos con gran amor.
Corro porque quiero que mis hijos reciban este mensaje y sean a su vez, ellos, mensajeros de Fe, Esperanza e Ilusión.
Feliz 2018 a todos y especialmente a nuestra gran Comunidad de Walden Runners.
Pilar Amian
Fundadora del Método Walden