UNA NUEVA FORMA DE COMER.
No estás a RÉGIMEN, tú no, eso no funciona.
Sigues una DIETA, una ALIMETACIÓN DIFERENTE, que tiene un nombre, tus platos también lo tienen.
Olvídate de la comida insulsa, lánguida y triste. Ese plato que te mira fijamente sin hablar, que te da pena. Le falta vida, le falta ilusión.
Te sientas delante de la mesa, coges el tenedor con desgana y cortas el filete de pavo a la plancha después de haber mareado la lechuga de un extremo a otro del plato. 
Pareces tu hijo de cinco años delante de un plato de verduras.
¿Crees  de verás que con un poco de fuerza de voluntad puedes instaurar este régimen en tu vida?
Nuestro cerebro no está preparado para esto, nuestro ADN tampoco.
Vas a ser diferente al resto, pero no porque estés a dieta, todos lo estamos de alguna manera, sino porque tu comida será ESPECIAL .
(Mi hija un año le pidió por Reyes a su abuela una muñeca ESPECIAL. Le trajeron  una cualquiera pero Pilar creyó en ella y fue la única que no acabó tirada en un rincón)

Es especial porque satisface mi cuerpo, mi mente y mi alma.

MEZCLA ORIENTE Y OCCIDENTE.
            La MEDICINA TRADICIONAL CHIN, junto con la meditación, la respiración y las visualizaciones, – imaginación, le darán a tu comida la inyección de pasión que le falta para engancharte.
            Esta dieta trabaja el SHEN del individuo (su psiquismo) y le suma la adrenalina OCCIDENTAL. Combina la necesidad de acción que tenemos en nuestra cultura con la calma que transmite la cultura asiática.

¿Por qué renunciar a la pasión que mueve montañas y crea notas musicales que conmueven el alma?

Un amigo que vivía en Shanghai me contaba que llevaba un año visitando a un lama en China. Su problema era que tenía frío siempre, mucho frío y el director espiritual le aconsejó desprenderse de las emociones y de las pasiones, “eso desgasta mucho y acorta la vida. Aprende a llevar una vida sin altos ni bajos, controla la energía, dosifícala”. Incluso, le recomendó no eyacular durante las relaciones sexuales, porque así no derrocharía su “esencia” y viviría muchos años más.

Dejó de tener frío.

Tras media hora escuchándole atentamente, pues adoro la filosofía oriental y soy meditadora activa, le sugerí “¿NO SERÍA MAS SENCILLO COMPRARTE UN RADIADOR?”
            Quiero pasión en mi vida, Occidente ha evolucionado por eso, los aviones se han inventado porque alguien fue arrastrado por la emoción. Quiero fuerza para levantarme, para educar a mis hijos, para coger el cercanías e ir a trabajar.
            Quiero salir a correr, el RUNNING es mi vida, necesito calorías que me den MUCHA energía y no lastren mi movimiento con kilos extra.
            Quiero disfrutar de mis momentos con emoción.
            Quiero disfrutar comiendo.
            Pero también busco la paz, la serenidad y la calma. Los necesito para trascender al caos y al estrés.

LA DIETA SHEN: ¿PERO QUÉ COMO?
         ¿Conseguí que disfrutaras corriendo, ¿no voy a lograr que lo hagas comiendo…… sano?
           Mezclando alimentos sanos con especias orientales, trabajando el sabor.

Creando un archivo mental nuevo de recuerdos de bienestar asociados a platos diferentes que vamos a diseñar.  Decorándolos con color y sabor, aliñándolos con placer y pasión.  Salteándolos con ingredientes terapéuticos, sanadores y estimulantes.

Usando el leguaje, DENOMINÁNDOLES, para crear realidades.

Aprendiendo una forma nueva de coger el tenedor y la cucharada, aproximándote lentamente al plato sin prisas, con curiosidad y ganas, con actitud positiva y deseo por lo nuevo.

El recuerdo del placer que produce la comida “basura” no se puede borrar (los traumas o momentos tristes no se borran ) pero si se pueden suplantar.
 Vamos colocando, en nuestro hipotálamo (cerebro) sobre áquellos, nuevos sedimentos de imágenes y sensaciones producidas con los  platos ESPECIALES que vamos creando.
 Capa tras capa llega un día en que se quedan enterrados y ya apenas nos seducen.

LAS FORMAS SI IMPORTAN

Cómo respiras al comer, qué imágenes tienes en la mente mientras saboreas o cómo coges los cubiertos determina la información que reciben los órganos (los sentidos). Estos elaboran un sentimiento y la sangre los transporta al corazón; de ahí llega al cerebro y éste a través de los neurotransmisores regula nuestro cuerpo. 
                  Surge el mensaje vía HORMONAS que nos dicen “estoy llena y feliz” o “tengo hambre y estoy deprimida”
                 ¿No nos decían nuestros padres que en una discusión, por mucha razón que tengamos, si no guardábamos las formas -la educación, PERDÍAMOS LA RAZÓN?
             El mensaje por muy cierto que sea (esta comida es sana) si no cuidamos las formas, nuestro cerebro no le dará la razón.
                  Cómo comemos determina cómo sentimos y pensamos.

CAFÉ MAR DEL SOPLO, DESAYUNO PALACIO DE LAS EMOCIONES, REVUELTO LA PUERTA DEL DESTINO….  con estos nombres activaremos mientras comemos éstos platos, esos puntos de acupuntura  (resonadores chinos) sin necesidad de ser tratados con agujas.
La realidad la construyes tú, con tus intenciones y con tu discurso.

Empieza con el CAFÉ mar del soplo.

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