
Desde hace cientos de años la respiración ha sido utilizada en Oriente como medio de prevenir y tratar enfermedades. El Control Consciente de la entrada y salida de aire en nuestros pulmones o la visualización de su color y recorrido provoca reacciones físicas y químicas en nuestro organismo.
Las necesidades del cuerpo y del alma varían cada día en tu entrenamiento. Unas veces sientes deseos de conectar con el sentido interno y correr detectando sensaciones y otras necesitas adrenalina.
También tendrás días en los que tu alma fluya y puedas viajar más allá e incluso experimentar.
Estas Navidades (tan desoladoras por culpa del Covid) te propongo que aproveches el parón impuesto para frenar la ansiedad con tu Running.
Las visualizaciones sanadoras son mis favoritas para estas ocasiones
Intervén en el proceso de curación y mitigación de tus males físicos y anímicos usando al respirar los efectos sanadores de cada uno de estos colores:
- El Rojo o rosado: Calma la tristeza y actúa sobre el corazón y el intestino delgado.
- El Azul: Evapora el miedo y actúa sobre el riñón y la vejiga
- El Verde: Aplaca la ira y actúa sobre el hígado y la vesícula biliar
- El Amarillo: Rebaja las obsesiones y actúa sobre el bazo y el estómago.
- El Blanco: Mitiga la melancolía y actúa sobre el pulmón y el intestino grueso.
Los colores actúan sobre el lado derecho del cerebro, encargado de gestionar las emociones y los estados de ánimo.
Corre visualizando una luz sanadora.
- Calienta 10 minutos y entorna los ojos de modo que veas lo necesario para no tropezar
- Levanta la barbilla y observa en la claridad de la mañana una luz intensa (elige el color) que sale del cielo, entra por tu nuca y atraviesa la médula.
- Tu cuerpo se ilumina como una luciérnaga y brilla.
- La luz limpia a su paso tus músculos, tu sangre y tus células. Sana poco a poco dolores y penas. Eres un tubo fluorescente.
- La luz se transforma en una masa de lava templada, que desciende con cada inhalación, enciende el horno de cada célula y las mitocondrias se desperezan.
- Al inhalar una energía limpia y sanadora inunda tu cuerpo; al exhalar, barre como una escoba las toxinas, ácidos y tristezas.
- Avanza con la luz persiguiéndote desde el cielo como si fuera el foco de un proyector de cine detrás del protagonista.
- Inhala, recarga y sonríe; exhala, suelta y sonríe.
En algunos centros médicos de Estados Únicos complementan los tratamientos oncológicos con las visualizaciones sanadores. (Si quieres conocer con más detalle su aplicación terapéutica te recomiendo el libro de Iván Quiñoá, “¡Quiero vivir!”)
Desde Walden, estas Navidades os animo a elegir cada día el color que más necesitéis para transformar estas fechas en lo que son: el triunfo de la Esperanza.
Pilar Amián
Fundadora del Método Walden para el Running
Walden Runfulness