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El muro se diluye y la gravedad desaparece.

No hemos descubierto la pólvora con el Mindfulness ni lo hemos importado de Oriente. La meditación en nuestra cultura occidental existía ya hace siglos, pero con el tiempo quedó relegada a los conventos, adoptando la denominación de: “Contemplación”
Con el tiempo, tanto en Oriente como en Occidente, se cargó de connotaciones espirituales y trascendentales, alejándose por ello de su práctica habitual.

  1. Se desarrolla concentrando la ATENCIÓN en el “aquí y el ahora”.

Nuestra cabeza está bombardeada continuamente por pensamientos catastróficos sobre el futuro y por juicios negativos sobre el pasado. Este ruido incesante no nos deja ver el “aquí y el ahora” con claridad, incapacitándonos para encontrar soluciones a los problemas que nos acucian. 

   2. Su objetivo es liberar a la mente de influencias internas o externas para que pueda VER con una objetividad diferente, esto es, contemplar.

Focalizando la mente en la respiración y en el cuerpo, estos pensamientos se descargan de “energía”, no desaparezcan, y resucita nuestro potencial resolutivo. Vemos de una forma nueva.

¿PORQUÉ OCCIDENTE HA RESCATADO ESTA PRÁCTICA?

Richard Davidson, entre otros, lleva investigando muchos años los beneficios psico-biológicos que reporta la meditación. Son muchos los estudios realizados con el Dalai Lama, de quien cuentan que le fascina la investigación sobre neurociencia.

  1. Refuerza el sistema inmunológico.
  2. Reduce en la reactividad emocional. Control del estrés
  3.  Potencia la capacidad creativa

Sólo entonces Occidente decidió adoptar el Mindfulness.
¿ES POSIBLE MEDITAR CORRIENDO?

Muchos meditadores habituales me hacen esta pregunta con desconfianza.

  1. Se desarrolla concentrando la ATENCIÓN en el “aquí y el ahora”. 

            El Aquí y Ahora de un Runner es la Respiración.La concentración se entrena contando la respiración, pero si le añadimos el extra de sincronizarla con el core y la pisada obtenemos el beneficio añadido de armonizar el movimiento.  

                 La mente se cautiva más fácilmente si además de contar la respiración, la dirigimos al inhalar, como si de una mano se tratara, a impulsar el movimiento desde el core.
               Concentrando la atención en el proceso los pensamientos se descargan de “energía” negativa.         2.-    Su objetivo es liberar al Running de influencias internas o externas para que el Running fluya.  
              Nuestro potencial físico se libera.

            Nuestro potencial creativo también se libera y el Running se empodera con las posibilidades que ofrece la imaginación.

              Alcanzar este último escalón en el Running requiere haber entrenado la atención; sus efectos serían los equivalentes a los alcanzados en los estados de contemplación que alcanzan los meditadores habituales.
           ¿Os imagináis lo que podría ser esto durante el Running? 😉
El muro se diluye.
La gravedad desaparece.
¿Sienten estos nuestros atletas en las olimpiadas?
Pilar Amián
Fundadora del #MétodoWalden para el Running
Walden RunFulness

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