Funcionamos en piloto automático.
Me gustaría haber aprovechado más el tiempo de pequeña, haber absorbido mejor toda la información que me rodeaba, haber practicado más mis idiomas y no haberle echado tantas horas al sofá y a la tele.
Pero eso ya no lo puedo cambiar, es el pasado, lo hecho, hecho está. Sin embargo, al crecer me entró ansiedad por compensar el tiempo perdido.
Quería saber de todo y lo más rápido posible. Mis deseos incluían estudiar otra carrera, practicar más deporte, aprender más idiomas, formarme en liderazgo, en nutrición, conseguir meditar y mil opciones más que nos ofrece nuestro entorno.
Tarde, comprendí que cuantas más disciplinas dominara más capaz me volvería y con mayor éxito alcanzaría mis proyectos.
Pues todos queremos triunfar, a nuestra manera, en la vida.
¿Os ha pasado a vosotros algo parecido?
Si os encontráis en mi grupo, seguro que habéis seguido los mismos pasos: incrementar el número de actividades, llegar más tarde a casa y dedicarle menos tiempo a los amigos y a la familia. Aumentar el estrés y la ansiedad.
Hay un camino mucho más sencillo.
Se llama “Eficiencia”.
¿Qué es la eficiencia?
Hacer las mismas cosas, en menos tiempo y con mejores resultados.
¿Cómo?
Usando en nuestros proyectos, las herramientas mágicas que nos ha proporcionado la naturaleza. Aquellas que nos hacen superiores al resto de los seres vivos.
Las que nos dan poder.
Es curioso, pero vienen de fábrica y apenas las usamos. Funcionamos en piloto automático.
Os propongo que las desempolvéis para sacarles el máximo rendimiento: seamos eficientes.
Imaginaos que disponéis de una Thermomix y solo la utilizáis para triturar, cuando creo que hasta pone la mesa, pasa la aspiradora y recoge los platos 😉 o un móvil de última generación y sólo lo empleamos para hacer llamadas.
¿Cuáles son las herramientas?
La respiración.
La mente.
El sexto sentido.
La postura corporal.
La imaginación.
Funcionan solas, peo solo el hombre las puede controlar de un modo consciente
¿Por qué no las agarramos y las llevamos a nuestro objetivo para que nos ayuden a conseguirlo?
Eso es lo que practicamos en Walden. Os guiamos para que alarguéis la mano, las atrapéis de una en una, las sujetéis fuerte con los puños y las volquéis en vuestros proyectos.
¿Qué actividad elegimos para entrenaros en este proceso?
El movimiento:
Por eso no lo llamamos running, sino Walden Running o Runfulness.
Es un Active Mental Running , os hacemos correr volcando en el movimiento la respiración, la mente, el sexto sentido, la postura y la imaginación.
Raúl y yo nos reímos cuando nuestros chicos después de haber corrido sus primeros 30 minutos nos dicen: “ufff se nos ha pasado volando, tenía mi cabeza tan metida en controlar todo lo que nos habéis dicho que apenas he sido consciente de si me estaba cansando o no.”
“Uaauuu es la primera vez que corro sin cansarme!!!” “Ahora comprendo porque no puedo ponerme los cascos.”
No hemos elegido esta actividad al azar, tiene todo su sentido.
El running además de servirnos como laboratorio para aprender a Controlar esas herramientas nos aporta, como efecto secundario, otros tres beneficios que nos harán graduaros con matrícula de honor:
– La cultura del esfuerzo y la constancia.
– La promoción de la salud.
– La neurogénesis: creación nuevas neuronas y/o conexiones entre ellas en el cerebro.
Día tras día enseñamos a transformar esos procesos inconscientes en otros conscientes, para aplicar su poder allí donde sea necesario un mayor aporte de energía o destreza: ya sea apagar un s.o.s. laboral, solventar un exceso de trabajo o aplacar una discusión familiar.
Corremos más, disfrutamos más, nos cansamos menos e invertimos menos tiempo.
El cambio.
Hoy sigo queriendo saber y crecer, mis inquietudes no han cambiado, ni la tremenda lista de actividades que quiero desempeñar, pero si lo ha hecho mi actitud ante ellas.
Cuando me piden que les muestre mi historia, no puedo, pues no tengo fotos que reflejen un antes y un después.
Mi cambio es más sutil, aparentemente sigo siendo la misma Pilar, con el mismo peso y más arrugas en la cara; sin embargo, yo sé que algo ha mutado dentro de mí. Disfruto escuchando a mis hijos y a la gente, paso despacio las hojas de los libros y sonrío siempre con cariño a mis errores y los de los demás.
Próximo Taller 5 de mayo
contacto: pamian@metodowalden.com
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