Carrera de la Solidaridad Majadahonda 2017. Algunos de los WaldenRunners que competimos! Un Domingo completo! Enhorabuena a TodosEste mes de diciembre cerramos el primer ciclo del proyecto Walden, camino de transformación interior.

El feed back de nuestros Walden Runners rebosantes de optimismo, seguridad y ganas ha desbordado las expectativas que Raúl y yo teníamos. La satisfacción de comprobar cómo se contagia de unos a otros la energía positiva es fascinante;  incluso nuestro grupo de andadores ha logrado trotar sus 30 minutos disfrutando de sus sentidos. 

Este domingo se estrenarán muchos con su primera carrera de 5  o de 10 en el Monte del Pilar.

Hemos llegado al último elemento del Método Walden, las visualizaciones, esto es, el poder de la mente.
Este es mi favorito puesto que introduce la magia que ilumina el camino y conduce a la culminación del proceso; ésta nos transforma en líderes de nuestro cuerpo y de nuestro entorno. 
El cambio interior nos da la seguridad y confianza que nos faltaba para dirigir solos nuestros pasos. Ya no buscamos modelos a quien imitar, tomamos decisiones originales, sin importarnos lo que haga el resto. El cuerpo, la mente y el alma sincronizados marcarán mi rumbo.
Hemos aprendido a respirar y a través de este ejercicio a calmar la tormenta que agita nuestra mente, podemos ya ver el horizonte y en él contemplar nuestras metas. El siguiente paso será elegir aquellas que deseamos, subirlas tres escalones más arriba y empezar a soñar con ellas. 
Hemos construido un faro y hemos dejado de ser barcos a la deriva, desde este mes, tenemos un rumbo fijo.
Este proceso descrito anteriormente actúa sobre el inconsciente, quien dirige el 80% de nuestros movimientos. Nuestro target es modificar los automatismos anteriores que nos anclaban en una estrecha zona de confort y crear unos nuevos que pisen el círculo protector que nos limita. Hay que romper, destrozar hábitos estrechos y ampliar nuestros horizontes.
     Los pasos a seguir para explotar el poder de la mente son los siguientes.

  1. Creer que puedo

El desarrollo de nuestro running con nuestros pequeños logros nos ha aportado la seguridad y autoestima necesaria para que la “biología de la creencia” siga su curso. Yo puedo.

  1. Elegir qué deseo y convertirlo en algo sublime

Puesto que la vida rebaja siempre en unos grados los logros conseguidos, cuanto más altos pongamos nuestros objetivos más se asemejará el  resultado rebajado a nuestra meta real.
Por ejemplo, si mi meta real es correr un 10 km, mi deseo los escalo y lo visualizo en una maratón; así al final  el resultado estará entre una media o un 10 sobrado. Si mi deseo es montar una empresa textil a nivel nacional, proyecto éste en la creación de la misma pero a nivel internacional, me quedaré en una a nivel europeo 😉

  1. Selecciono las imágenes que correspondan a mis metas y las asocio a la sensación de placer.

Me veo corriendo una maratón, relajada, sonriendo, feliz, sintiendo el aire acariciando mi piel, sin sensación de esfuerzo en un paisaje idílico; o me imagino llevando mi empresa entusiasmado, seleccionando el producto, abriendo franquicias en Estados Unidos y teniendo mil ideas que a mis clientes les fascinan.

  1. Repito las proyecciones mentales día y noche

En el Walden Running se hacer tras un calentamiento de 20 minutos, una sesión de Meditación Activa y un escaneo del cuerpo. El estado de relajación inducida al que se llega favorece la capacidad creativa, siendo el momento perfecto bien para potenciar el entrenamiento proyectando imágenes mías corriendo como un kenyata o trotando al ritmo de las gacelas (mis favoritas) o bien para acercar mis metas recreando  y dando forma mis sueños. 
Este proceso es un atajo en el sendero de la vida, nos saltamos muchos tramos de sudores, duros entrenamientos y esfuerzos. No quiero decir con esto que simplemente soñándome haciendo una maratón pueda conseguirlo, entrenar es absolutamente necesario y si le unimos la meditación la eficiencia será mayor. No obstante, el poder de la mente, resta muchas horas de entrenamiento físico, profesional o personal; esto nos evita lesiones por sobre entrenamiento y desgaste por estrés o ansiedad.
El entrenamiento de los cuatro primeros elementos del Método Walden son imprescindibles (respiración, meditación, armonía y técnica) , siempre siguiendo el orden marcado, pero el último eslabón de las le añadirá el toque mágico que escalará cualquier resultado. 
Es el poder de la mente, una tierra desconocida, aquel que la conquista se convierte en líder de su vida, de su cuerpo y de su gente.
En enero empezamos un nuevo ciclo en el que volveremos desde el kilómetro cero (la respiración) a enseñaros a ascender suavemente por la ladera que culmina en vuestro cielo. 
Destino: Walden.

Pilar Amián
Fundadora y Creadora 
Life Trainer
Método Walden

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