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Cualquier actividad que requiera para su ejecución un acto de voluntad y de esfuerzo controlado, como el Running, comienza en el interior. No vamos a tumbarnos en una camilla y dejarnos manipular por una máquina o por un terapeuta, es nuestro motor interno el responsable de:
         – Su inicio.
          – Su mantenimiento en el tiempo.
          – Su mejora.
            Serán nuestros recursos internos los responsables de dichos procesos. 
¿Cuáles son los recursos internos?
             • Estados de ánimo
           • Sensaciones
            • Intuiciones
           • Órganos y músculos
          • Pulsaciones
          • Pensamientos
          • Respiración
¿Cómo podemos utilizarlos para favorecer aquellos procesos? 
     Mediante el proceso de Interocepción o Sexto Sentido recuperamos de la conexión con  las señales de nuestro cuerpo.
         Vivimos desconectados, confiando a la tecnología o a los médicos su interpretación. No detectamos un ataque de ansiedad hasta que no estamos a punto de ahogarnos, ni una situación de estrés hasta que se hace crónica. Incluso las lesiones en el deporte hablan antes de producirse. Hemos desconectado el circuito neuronal que las recibe y envía al cerebro. 
  ¿Cómo usamos el Running para ello? 
          1. Calmar la Mente contando hacia atrás la respiración, dividida en sus dos fases, mientras calentamos, para eliminar el ruido. De este modo secuestramos el lado izquierdo del cerebro con las matemáticas y liberamos al lado derecho responsable de la creatividad.
         2. Foco Interno: Realizar un escáner corporal dirigiendo el foco mental, como si fuera una linterna, con curiosidad, a cada músculo y órgano del cuerpo.
         3. Foco en un proceso: Sincronizar los pasos con la respiración, hasta alcanzar la armonía. Movemos el Foco mental hacia un proceso activo. 
           4. Foco en la técnica de carrera. Sincronizar la postura con la respiración, equilibrando  la tensión y la relajación a través de las dos fases: – inhalación con la misión de recarga energética (relajación) y exhalación con la misión de colocación postura (expansión).
5. Foco en los estados de ánimo. Sincronizamos la respiración con una visualización o un mantra positivo.
Añadimos al proceso una  pequeña complicación para mantener el interés de la mente.
Resultado:
           • Un trote en estado de relajación-concentrada.
          • Armonía en el movimiento.
           • Menor sensación de esfuerzo.
           • Mayor eficiencia.
           • Disminuye el nivel de tóxicos en la sangre
          • Control del estrés y de la ansiedad.
         • Se refuerza el sistema inmunológico.
          • Neurogénesis.
Cuando el cuerpo sienta cómo se recarga el cuerpo usando adecuadamente la bomba de la Respiración y cómo avanza con menor esfuerzo con una buena técnica lo grabará en las neuronas buscando en cada una de las salidas, como por instinto, su reproducción. 

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