Reto número 2:

¿Corres sin codos como los Masai o como perro lastimero?

La imagen de los Masai corriendo por Tanzania en la película “Memorias de África” sigo rescatándola muchos días mientras corro, especialmente aquellos en los que siento que la gasolina no llega a mis piernas y voy como un perro lastimero. “Tun, tun, tun”, los oigo trotar como si levitaran a dos centímetros del suelo. Y es que hay días en los que salgo tan concentrada en controlar conscientemente la respiración que me olvido del lenguaje corporal y la energía se atasca. Troto como una manguera llena de codos en los que el agua se atasca y por más que abro el grifo a presión para aumentar la potencia, no fluye.  Observo mi imagen bajando más la mandíbula y aspirando con fuerza para introducir más oxígeno, pero sin éxito: la energía no circula. “Run tall”. El eje central sostiene el cuerpo atravesándolo por la columna vertebral.  Si lo doblamos anulamos su misión y obligamos a los músculos de las piernas, que son más débiles, a soportar esa carga. Nuestra estructura debe imitar a la de un árbol erguido aspirando a tocar el cielo con sus ramas. Elegid quien queréis ser: •             Un Masai levitando:
  1. El tronco derecho, la mirada al frente, avanzando como impulsados suavemente por una mano desde la espalada o por un soplo ligero de viento,  con una sonrisa en el rostro.
  2. El oxígeno discurre libre, encendiendo a su paso cada célula del cuerpo.
  3. Mensaje corporal: “Estoy aquí y ahora”
•             Un Runner arrastrando el cuerpo:
  1. El tronco doblado a la altura del ombligo, la mirada puesta en el suelo, las piernas arrastrando todo el peso del cuerpo con el sufrimiento dibujado en el rosto.
  2. La energía se atasca.
  3. Mensaje corporal: ““ufffff cuando terminará esto.”
El Método Walden, como los científicos, imita la naturaleza en su estado puro: Árbol o Masai, ambos nos sirven. ¿Cómo conectamos la respiración y el árbol para que no se vuelvan a separar? Los cosemos en el movimiento: – Al inhalar extiendo el tronco como si fuera un muelle que parte del coxis o como si una mano que sale del cielo tirara de la cabeza hacia arriba. La columna crece mientras el suelo pélvico asciende aspirado por una ventosa. – Al exhalar suelto el muelle.