Reto número 3:

¿Es la fatiga siempre la responsable del terrible Muro en el Running?

Vamos trotando sobrados de energía, nos comemos el mundo y, de repente, POP, en dos segundos nos detenemos en seco sin poder dar un paso más:  El momento en que todo cambió.
A lo largo de nuestra vida nos habremos encontrado, fijo, en esa situación en la que estamos perfectamente, nos sentimos fuertes y con ganas de hacer mil cosas hasta que de repente recibimos una llamada o surge en nuestra cabeza un mensaje negativo que nos tumba. Pasamos en dos segundos de estar pletóricos a sentirnos extenuados.
Es el Muro imaginario de los Runners y el mazazo de muchos otros deportistas:
Un futbolista puede tener su mejor momento en el campo y en dos minutos su juego da un giro radical al asaltar su mente un recuerdo.
No ha pasado absolutamente nada, simplemente una tarántula imaginaria se ha introducido en nuestro sistema nervioso con un mensaje de miedo o incertidumbre y éste último reacciona paralizando los músculos y las articulaciones. STOP.
La fatiga imaginaria se cuela en nuestro rendimiento con una facilidad tremenda ante cualquier presión física o emocional.
El POP y el STOP.
¿Cómo gestionar la fatiga imaginaria?
Entrenando la llamada en psicología “cognitive appraisal” o “evaluación cognitiva”: la capacidad del cerebro de manejar situaciones de presión física o emocional para que el cansancio o la fatiga se reduzcan.
Traducido al Running, sería la capacidad de detectar lo que sucede en nuestra mente, la actividad mental, para tener preparada una buena estrategia de defensa (nuestro almacén de metralla).
Pasos:

  1. Comprender el proceso mental.

El desgaste físico no siempre es el responsable: Si en un momento de extenuación surge un león o un hombre con un cuchillo, POP, nos sobra energía para salir disparados a la velocidad de un keniata.
   
    2. Reconocer
la llegada de la tarántula.La mera observación es como un soplete aplicado al insecto.

    3. No asustarse, su tamaño aumentaría, sería como echar gasolina al fuego.Reducimos el Ritmo. 

   4. Acceder con la Respiración al bicho para noquearlo.
La Respiración nos devuelve a la realidad: 1,2,3 inhalo; 1,2,3 exhalo mientras escaneamos el cuerpo y comprobamos su buen estado.
No dejamos de contar la respiración en ningún momento. 

   5.  Asumir que no va a desaparecer.
Seguimos trotando sin tratar de evitarla, simplemente la ignoramos al centrar la atención en la respiración. Se descargará del contenido emocional, y se esconderá aburrida esperando otro posible asalto.

   6- Prepararse para otra embestida.Ocupamos su espacio, la mente, con un proceso relacionado con el Running:
–  Una visualización motivadora para el rendimiento: La imagen de “Carros de Fuego” o de un Keniatta.
– La Respiración de recarga energética: Llevo el oxígeno al abdomen en tres me recargo, lo expulso en tres y elimino toxinas; y cuento, cuento y cuento.

Resultado: Recuperamos la confianza el miedo desaparece y regresa la Energía.
El POP y el VUELO.