Reto número 5:

El tremendo error de muchos runners

Corre como si un salvaje te apuntara desde el glúteo

¿Para qué quieres el core si eres un runner y sólo trabajas las piernas?

Tus piernas, es cierto, son las que avanzan, pero pueden elegir, como los coches híbridos, el origen de la energía que consumen:

  • Los cuádriceps. Sería como usar el carbón de las minas, es decir, acabarás lesionándote.
  • O la más limpia y ecológica inyectada desde el core 😊. Sería como si una mano invisible te impulsara desde la espalda a la altura del ombligo.

Porque el core tiene un doble papel:

  1. Potencia: propulsor de energía

              Inicia, orienta e impulsa el movimiento.

Es tu Goliat.

  1. Balance: centro de propiocepción

              Sostiene tu organismo y distribuye el impacto del golpe.

Es tu David.

¿Aún crees que no lo necesitas?

Si ignoras el centro y corres impulsando el movimiento desde los cuádriceps, no solo desaprovechas su función de propulsión, sino que te lesionarás porque delegas en otros órganos menos eficientes, como las rodillas y las caderas, la función de distribuir del impacto.

Corre como si un salvaje te apuntara con una lanza afilada por encima del glúteo y que…

la FUERZA TE ACOMPAÑE 😊