Estos días mi espíritu optimista, creativo y positivo, se hundió. Mi ilusión y motivación por la vida, por avanzar y descubrir cosas nuevas sufrió un terrible varapalo. Las lágrimas acompañaban a las protestas y la rabia cegaba mi mente.
No cesaba de preguntarme porqué, porqué y porqué, la vida es un continuo sufrimiento, es dolor, dolor y dolor.
El Proyecto Walden dejó de interesarme, ¿cómo voy a inyectar ganas de vivir, ilusión por crear y movimiento en mis alumnos si ya no creo en ello?
Acercarme a mis hermanos, Pepe y María, me daba pavor, se me encogía el corazón. Temía no poder contenerme delante de ellos y en lugar de reconfortarlos, aumentar su dolor.
Pero el milagro es que es está ocurriendo lo CONTRARIO, llegamos a su lado destrozados y regresamos a casa esperanzados. Pepe y María nos consuelan con su fe y sus palabras; frase a frase, su voz pausada y cargada de paz va transformando nuestra rabia y desolación en esperanza; poco a poco se va dibujando una ligera sonrisa en nuestras caras. El dolor no desaparece ni lo hará jamás, pero la rabia y desazón si
Ellos me consultaban de vez en cuando qué debían comer para ESTAR sanos o cuánto y cómo correr. Ahora soy yo la que les ruego que me den un poco de eso que toman para SER como ellos.
Me siento obligada a compartir sus reflexiones porque pienso que, si a sus hermanos, padres y amigos nos están sirviendo de consuelo, quizás lo hagan con alguien más:
Pepe y María: “……Los hijos son un préstamo que Dios nos da, no son nuestros y le damos gracias por habernos prestado a José estos 17 años. Él no nos lo ha quitado, José ha sufrido un terrible accidente.
Dios nos ha hecho libres para elegir la vida que queremos llevar y decidir a donde vamos o lo que hacemos. Nuestras decisiones o elecciones nos ponen muchas veces bajo riesgo de accidentes, de decepciones o al alcance del dolor y el sufrimiento; pero él no ha diseñado la vida.
El atentado de hace algunos años en el que fallecieron algunos jóvenes españoles ocurrió porque el asesino era libre, y casualmente estos niños habían elegido ir a Irlanda esas fechas. Dios intervino llevándoselos al cielo (porque los quería), y ahora ha hecho lo mismo con José y Belén (Dios no ha averiado el ascensor ni lo ha diseñado)…….”
Pepe y María, en vez de enfadarse con Dios (como he estado haciendo yo estos días) por quitarles a su hijo, le dan las gracias por habérselo prestado!!!!
Y como sé que JOSÉ creía que había que dar TESTIMONIO de la FE os transcribo sus palabras en un trabajo del colegio:
“….La caridad significa dar de lo que no te sobra…… Sin amor no hay caridad y sin caridad no estás amando a los demás….
….. Con creer mucho y confiar en Dios no vale, uno debe también profesarla y dar testimonio de ella. -Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos- (Mt 10, 32-33). Jesús mismo dijo -dichosos los que creen sin ver……….”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *