No es tu cuerpo el que está mal hecho sino tu movimiento.
¿Pero quién traiciona a quién?
Más de un mes de obligado retiro ha supuesto un auténtico bálsamo para muchos de nuestros músculos machacados por el #Running.
Es el momento de mimarlos para que no vuelvan a lesionarse y jueguen en nuestras filas de hoy en adelante.
• ¿Sabemos lo que opinan nuestros músculos, tendones y articulaciones en cada entrenamiento?
La colaboración es un proceso de doble dirección, el cuerpo ejecuta tus planes y tú escuchas sus opiniones.
• ¿Sabemos dónde están y cómo hablan?
Ni caso, no les hacemos ni caso, hasta que gritan o se rompen. Corremos en una dictadura.
Aprende a moverlos sin machacarlos, aprende a reconocer su sonido, aprende a fluir con ellos y no dejes que las endorfinas de la carrera anulen tus sentidos.
• ¿Cómo modifico mi postura?
El cuerpo está conectado de arriba abajo de modo que un giro en el dedo gordo del pie tiene consecuencias hasta en el cabello.
Nuestras lesiones no son originadas por defectos de estructura sino por defectos en nuestros movimientos, repetidos una y mil veces. Un error en la pisada puede provocar una lesión en la cadera o en el hombro.
Una rehabilitación u operación simplemente curará la manifestación externa de ese error de hábito, pero no la causa. Volveremos a lesionarnos.
La solución solo la tienes TÚ.
La pelota está en tu cancha, debes aprender a detectar dónde está ese mal movimiento, que repites no sólo al correr, sino a lo largo de todo tu día.
Es un trabajo arduo, pero merece la pena si tu objetivo, como el mío, es correr hasta el último día de tu vida. Las soluciones definitivas requieren paciencia y autoconocimiento.
Sugiero que los #Runners, incluyamos en nuestra práctica las mejoras desarrolladas por el Dr. Moshé #Feldenkrais (ingeniero israelí, científico, además de maestro de jiu-jitsu y judo), quien tras una lesión de rodilla investigó en profundidad los temas relacionados con el funcionamiento del cerebro y el movimiento consciente.
• Movimiento Consciente: #Runfulness
1º.- UBICA TUS MÚSCULOS. Túmbate en un “mat” de modo que tus músculos antigravedad (core, cuádriceps, gemelos etc) estén desactivados, colocando una toalla enroscada debajo del cuello para evitar tensiones.
2º.- ESCANEA EL LADO DERECHO. Cierra los ojos, mientras respiras profundamente, recorriendo con la mente, poco a poco, sin prisas, el lado derecho de tu cuerpo, desde la cabeza, oreja, cervicales, rodilla hasta el último dedo del pie derecho.
3º.-BALANCEA EL LADO DERECHO. Mueve ligeramente cada uno de los músculos del lado derecho del cuerpo implicados en el Running (o Walking) de un lado a otro ( rodilla, cadera, tobillo. Después eleva el cuello muy muy suavemente acercando la mandíbula al pecho y gira el hombro.
4º.- ANALIZA ESOS MOVIMIENTOS DETALLAMENTE. Grava en la memoria cómo giras suavemente cada músculo sin tensión.
5º.- TROTA CONECTANDO LA MENTE A TUS MÚSCULOS ANTIGRAVEDAD. Sal a #correr a paso suave tratando de reproducir esas sensaciones, visualizando cada músculo implicado en tu desplazamiento y aumenta paulatinamente el ritmo.
Pilar Amián
Fundadora del #MetodoWalden para el #Running.
#Runfulness

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *