Opción A.- Respiras profundamente y a por ellas.
Opción B.- Respiras, enfocas y sueltas.

Correr, lo que es correr, lo podemos hacer todos, pero afinar el tiro, eso ya es el privilegio de unos pocos ingenieros y programadores.
La elección será vuestra dependiendo de cuantas partes queráis implicar en el proceso:

  1. Solo el cuerpo se moja.

La mente se evade reflexionando sobre la inclinación, el sufrimiento, la vida y la muerte.
    2.- La mente y el cuerpo se mojan.
​No hay lugar para disquisiciones.

 ¿Queréis llegar jadeando o sonriendo?
El Método Walden prefiere sonreír. El truco: Dirigir FOCO DE ATENCIÓN al lugar adecuado en el momento preciso. Es decir, orientar bien la linterna.

¿Cómo y dónde dirijo el FOCO?

Inhalo dirigiendo el foco de la atención hacia los glúteos, los aprieto como si un lancero me apuntara por detrás y aprovechando la presión del torrente de oxígeno tiro de las caderas hacia arriba.
Suelto y me dejo arrastrar.

La mirada perdida entre las nubes para evitar cualquier distracción mental.
El cielo es azul sin más, allí no hay información sobre el nivel de la cuesta que procesar.

Porque la unión hace la fuerza, súmate al Runfulness y aprende a sonreír, subiendo 😉

Pilar Amián
Fundadora del MétodoWalden para el Running
Runfulness, algo más que Mindful Running

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